El Anarquismo Musical (Sebastián Pafundo)

 

El Anarquismo Musical

Sebastián Pafundo

© 2025 Sebastian Ernesto Pafundo .Todos los derechos reservados.


           

                                     


El Anarquismo Musical

Sebastián Pafundo

© 2025 Sebastian Ernesto Pafundo .Todos los derechos reservados.

 

Introducción

El presente ensayo explora el concepto de “Anarquismo Musical”, surgido del análisis, composición y estudio de la música contemporánea. Esta noción se vincula con la libertad, la autonomía y la indeterminación en la creación musical, así como con influencias filosóficas y científicas que han marcado la evolución del arte sonoro. Aunque este concepto suele asociarse principalmente a figuras como John Cage, Morton Feldman o Earle Brown, es posible rastrear sus raíces mucho antes, en momentos clave donde la música deliberadamente rompió sus propias reglas: desde la irreverencia austera de Erik Satie, hasta la revolución estructural de Arnold Schoenberg, pasando por las acciones iconoclastas del Dadaísmo y las intervenciones radicales del movimiento Fluxus.

Erik Satie anticipó, ya a comienzos del siglo XX, una postura estética profundamente antijerárquica: piezas mínimas, instrucciones absurdas, humor conceptual y una crítica abierta al virtuosismo institucionalizado. Su obra, aunque aparentemente sencilla, operó como un cuestionamiento directo a la autoridad del canon musical académico. Arnold Schoenberg, por su parte, produjo una ruptura radical al desmantelar el sistema tonal tradicional e introducir el dodecafonismo. Aunque su método es de una rigurosidad extrema, su aporte al Anarquismo Musical reside en haber destruido la autoridad de la tonalidad como centro absoluto, abriendo la puerta a nuevas lógicas de organización sonora.

El espíritu anárquico también se manifestó en las vanguardias artísticas que rodearon estos desarrollos. El Dadaísmo, con su rechazo explícito de la razón, la lógica y las instituciones culturales, inauguró formas sonoras y performáticas basadas en el absurdo, el gesto espontáneo y la negación de toda norma estética. Décadas después, Fluxus retomaría esa herencia combinando música, acción, objeto y vida cotidiana, proponiendo obras abiertas, instrucciones simples y eventos donde el intérprete se convertía en co-creador del sentido. Tanto Dada como Fluxus alimentan el marco conceptual del Anarquismo Musical al disolver las fronteras entre obra, intérprete, entorno y azar.

A lo largo del ensayo se abordarán distintos ejes que articulan estas influencias: la relación entre música contemporánea y anarquismo, conexiones con filosofías orientales y occidentales, aportes de la física cuántica, prácticas de automatismo psíquico, y ejemplos de compositores clave. El objetivo es mostrar cómo todas estas ideas convergen en una estética musical que refleja principios de libertad y creatividad irrestricta, situando al intérprete y al sonido en un espacio donde ninguna autoridad preexiste, y donde cada gesto artístico funda sus propias reglas.


Música Contemporánea y Anarquismo

Concepto de Anarquía y Desjerarquización

El término anarquía proviene del griego anarchía, que significa “sin gobernante” o “ausencia de autoridad” (Cappelletti, 1985). La filosofía anarquista propone sociedades organizadas sin Estado, basadas en acuerdos libres, cooperación voluntaria y ausencia de coerción. Según Kropotkin (1902), el apoyo mutuo es una tendencia natural del ser humano, evidenciada en tribus y comunidades tradicionales que redistribuían recursos de manera equitativa.

Esta negación de la autoridad central se espejea en la música a través de la desjerarquización sonora y formal. Así como el anarquismo rechaza el Estado, el Anarquismo Musical rechaza la autoridad de la tonalidad o la rigidez de la forma como centros regulatorios.

Filósofos como Jean-Paul Sartre destacan la capacidad del individuo de crear sus propias leyes y asumir responsabilidad ética sin depender de normas externas (Sartre, 1943). Esta idea de autonomía y libertad individual se refleja en la música contemporánea: cada intérprete toma decisiones creativas y contribuye de manera única a la obra, sin subordinación a estructuras rígidas.


Libertad en la Música Contemporánea

Las obras contemporáneas emplean notación gráfica o simbólica abierta, donde los parámetros musicales no están estrictamente determinados, permitiendo la indeterminación controlada y un margen creativo amplio para el intérprete (Cage, 1961). [Puedes añadir aquí un ejemplo visual de notación gráfica para ilustrar la ruptura con la notación tradicional.]

Ejemplos significativos incluyen:

·         John Cage y su obra 4'33'', donde la música depende del ambiente y del público, mostrando que la obra solo se completa cuando es percibida y participada.

·         Earle Brown, cuya notación gráfica hace que la forma final de la obra dependa totalmente del intérprete.

·         Compositores de free jazz, donde la improvisación radical refleja autonomía total y creatividad irrestricta.

Estas prácticas reflejan principios anárquicos: libertad absoluta de interpretación y creación colaborativa.


Schoenberg y la Desjerarquización Tonal

Arnold Schoenberg (1874–1951) constituye un punto de inflexión decisivo en la historia de la música occidental: su ruptura con la tonalidad no es solo una innovación técnica, sino un gesto filosófico que desmantela una estructura de autoridad histórica. La tonalidad clásica funcionaba como un sistema jerárquico —con la tónica como centro regulador y las demás funciones subordinadas—; con Schoenberg esa pirámide deja de operar como principio obligatorio.

Primero explorando el atonalismo libre y luego formalizando el serialismo dodecafónico, Schoenberg propone una verdadera emancipación de la disonancia: la disonancia deja de ser tensión a resolver y pasa a tener el mismo estatuto que la consonancia. En términos anárquicos, esto implica declarar la igualdad de las alturas, la abolición del “soberano tonal”.

Aunque el sistema dodecafónico introduce su propio orden —y por eso algunos lo ven como una reglamentación estricta—, su efecto histórico fue liberar la imaginación compositiva de la tutela tonal centenaria. La música deja de obedecer un régimen naturalizado de atracción y resolución; las relaciones sonoras se reconfiguran horizontalmente, sin centro ni jerarquías.

Desde esta perspectiva, la aportación de Schoenberg puede leerse como un antecedente estructural del Anarquismo Musical: demuestra que la organización sonora no es una ley natural inmutable, sino una convención histórica susceptible de abolición, transformación y reinvención.

Aunque Arnold Schoenberg no buscaba explícitamente un efecto anárquico ni político, su sistema dodecafónico funcionó históricamente como un vector de desjerarquización musical, al disolver la centralidad de la tonalidad y redistribuir el poder sonoro en una estructura sin centro.

Esta demolición del centro soberano no quedó confinada a la vanguardia europea; encontró un eco de libertad radical en la cosmogonía del jazz, específicamente en la figura de John Coltrane, quien trasladó esta desjerarquización al cuerpo mismo de la interpretación improvisada.


Coltrane: La Geometría de la Liberación Armónica

Si Schoenberg desmanteló la jerarquía de las doce notas en el ámbito académico, John Coltrane ejecutó una revolución análoga en el terreno del jazz. Su aporte al Anarquismo Musical reside en la fractura del sistema de tensiones y resoluciones tradicionales, específicamente la progresión I - IV - V que ha dominado la música occidental por siglos.

Coltrane introdujo lo que se conoce como los Coltrane Changes, una reestructuración de la armonía basada en la división del círculo cromático en terceras mayores. En lugar de orbitar alrededor de un único centro gravitatorio (la tónica), la música de Coltrane salta entre centros distantes, creando una sensación de "multicentralidad" o anarquía armónica. Esta técnica no busca el reposo, sino una rotación perpetua que agota las posibilidades del sistema tonal hasta forzar su ruptura.

Esta búsqueda culminó en su etapa de Free Jazz, donde el músico se libera de la tiranía del acompañamiento predecible. Para Coltrane, la improvisación no es solo un recurso técnico, sino un acto de autonomía radical: el intérprete ya no obedece a una estructura jerárquica preexistente, sino que genera su propia ley en el momento del soplo. Su famoso diagrama circular de notas —donde las relaciones matemáticas reemplazan a las reglas armónicas tradicionales— es, en esencia, un mapa para la emancipación sonora.

"Sin embargo, el anarquismo de Coltrane —aunque liberador— aún conservaba una lógica matemática y espiritual profunda. La verdadera insurrección musical no solo vendría de reorganizar las notas, sino de cuestionar la existencia misma del 'discurso' musical. Si Coltrane fracturó la armonía para encontrar una nueva libertad, el Dadaísmo se propuso algo más radical: trasladar esta desjerarquización al plano de la forma y del gesto, destruyendo no solo el orden de las notas, sino la pretensión de que la música deba 'significar' algo según las normas burguesas."


Dadaísmo y Ruptura de la Forma Musical

El movimiento Dadaísta, surgido en Zúrich durante la Primera Guerra Mundial, introdujo una crítica radical a las estructuras del arte, la lógica, el lenguaje y la cultura burguesa. La destrucción deliberada de la forma, el uso del absurdo y la exaltación del gesto espontáneo coincidieron con una actitud profundamente anti-autoritaria.

En este sentido, el Dadaísmo ofrece un antecedente directo del Anarquismo Musical, ya que:

·         Rechaza el “sentido” impuesto culturalmente.

·         Valora lo aleatorio, lo improvisado, lo efímero.

·         Desestabiliza la relación tradicional entre obra, autor y público.

·         Introduce el collage, el readymade y la performance como formas disruptivas.

En términos musicales, estas ideas anticipan:

·         La música-objeto y la apropiación de sonidos cotidianos.

·         La desjerarquización entre sonido/no-sonido.

·         La interpretación como acto más que como reproducción.

·         La ruptura del rol autoritario del compositor.

Tristan Tzara y Hugo Ball, con sus poemas fónicos y sus acciones en el Cabaret Voltaire, inauguran la idea del sonido como gesto libre, no subordinado a significado: sonido por sonido, pura materialidad, puro acontecimiento. Esta concepción se enlaza naturalmente con Cage, con la indeterminación, y con toda la línea contemporánea que disuelve la frontera entre música, ruido y silencio.

El Dadaísmo, entonces, no es solo un antecedente estético: es un modelo de insurrección artística cuya lógica coincide con el espíritu mismo del Anarquismo Musical.

Décadas después, Fluxus retoma la herencia dadaísta y transforma el cuestionamiento formal en acción musical: la obra se realiza en el momento, el intérprete co-crea y cada ejecución refleja libertad y autonomía, consolidando los principios del Anarquismo Musical.


Fluxus y la Acción como Música

Fluxus, activo desde los años sesenta, llevó más lejos aún la disolución entre arte, vida cotidiana y proceso. A diferencia del Dadaísmo, no buscaba solo destruir, sino integrar el arte a la vida y democratizar la creación: “todo el mundo es artista”, “todo es música”, “todo es acción”.

Sus características principales incluyen:

·         Obras abiertas, simples y reproducibles por cualquiera.

·         “Event scores”: partituras-instrucción de una o dos frases (George Brecht, Yoko Ono).

·         Enfatización del proceso sobre el resultado.

·         Desjerarquización total del rol del intérprete.

·         Uso de acciones no-musicales como material compositivo.

·         Humor, ironía, desobediencia y anti-elitismo.

Fluxus profundiza dos ideas centrales del Anarquismo Musical:

1. La igualdad absoluta entre compositor e intérprete

Las event scores no dictan música: proponen acciones que cualquiera puede realizar.
El intérprete deja de ser ejecutor para convertirse en co-creador.

2. La música como acción del presente

No existe obra fija.
No existe “la buena versión”.
Cada realización es legítima y singular.

Nam June Paik, George Brecht y Alison Knowles anticipan varios de los principios que luego la música experimental formalizó:

·         Indeterminación.

·         Desmaterialización de la obra.

·         Sonido como extensión de la acción y del cuerpo.

·         Libertad radical del intérprete.

Fluxus es, en esencia, un anarquismo artístico práctico: una invitación permanente a romper la autoridad del canon y devolver la creación a la vida cotidiana.

En términos genealógicos, puede leerse una línea de continuidad que va desde la irreverencia proto-minimalista de Erik Satie, pasa por la iconoclasia radical del Dadaísmo, y culmina en las estrategias performativas de Fluxus: una secuencia donde cada etapa profundiza la erosión de las jerarquías artísticas y expande el horizonte del anarquismo musical.


Física Cuántica y Libertad Musical

Al igual que Fluxus coloca al intérprete en el centro de la creación, la física cuántica muestra que la observación activa altera el resultado de un fenómeno “Experimento de la doble rendija, la trayectoria de partículas como electrones depende de si son observadas; la acción de observar transforma su comportamiento (Feynman, 1965)”.

Esta correspondencia subraya cómo la interacción directa entre agente y materia —ya sea intérprete e instrumento, o observador y partícula— genera resultados únicos e irrepetibles.

Este principio tiene un paralelo directo en la música contemporánea: el intérprete, al interactuar con la partitura, modifica activamente el resultado de la obra, haciendo que cada ejecución sea única. La obra solo se completa al ser interpretada, reflejando libertad absoluta.

Además, la física cuántica opera a nivel micro, en el comportamiento de partículas subatómicas. Esta noción puede trasladarse a la interpretación musical: el intérprete explora cada microdetalle del instrumento mediante técnicas extendidas —armónicos, golpes no convencionales, uso de objetos o articulaciones inusuales— explorando todas las posibilidades sonoras. Cada gesto mínimo genera un efecto distinto, de manera similar a cómo una observación altera la trayectoria de una partícula.

Así, la obra se convierte en un micro-universo musical, donde la interacción detallada del intérprete con el instrumento refleja principios cuánticos: indeterminación, singularidad de cada evento y libertad absoluta del intérprete. Esta analogía micro/macroscópica refuerza la idea del Anarquismo Musical: la obra no está predeterminada, sino que surge de la interacción dinámica entre compositor, intérprete, instrumento y contexto.

De la misma manera que la física cuántica muestra que la observación altera el resultado, prácticas filosóficas como el Zen y el estoicismo destacan la atención plena y la conciencia en cada acción. Cada gesto tiene un efecto único, reflejando una libertad análoga a la de la interpretación musical contemporánea.


Filosofías Orientales y Occidentales

Zen, Zazen y Analogías con la Filosofía Griega

El Zen enfatiza la experiencia directa y la atención plena, considerando cada fenómeno como un centro único (Suzuki, 1957). John Cage adoptó esta visión, valorando cada sonido por sí mismo y promoviendo la escucha activa y consciente. La práctica del zazen —meditación sentada— ejemplifica cómo los pensamientos fluyen sin aferrarse, tal como los sonidos se despliegan sin estar sujetos a estructuras rígidas.

De manera paralela, algunas corrientes de la filosofía griega, como el estoicismo y la escuela cínica, enfatizan la autonomía interior y la armonía con la naturaleza, promoviendo la libertad del espíritu frente a estructuras externas. Zenón de Citio, fundador del estoicismo, planteaba que la virtud y la libertad se encuentran en la sabiduría y en la capacidad de vivir de acuerdo con la razón y la naturaleza, liberando al individuo de las pasiones y convencionalismos (Long, 1996). Tanto Zen como filosofía griega promueven un estado de atención plena, libertad interior y autenticidad, conceptos aplicables a la interpretación musical contemporánea: cada sonido y gesto surge de la conciencia activa y autónoma del intérprete.

Nietzsche y el Espíritu Anárquico

Friedrich Nietzsche ofrece una perspectiva occidental que se conecta con el Anarquismo Musical. Critica la moralidad impuesta y las estructuras tradicionales, promoviendo la creatividad, la autoafirmación y la “voluntad de poder” como motor del individuo (Nietzsche, 1887). Esta filosofía resuena con la idea de libertad absoluta en la música contemporánea: el intérprete actúa sin subordinación a normas externas, generando obras únicas y auténticas. La noción de “eterno retorno” puede interpretarse como la oportunidad constante de reinventar la obra en cada interpretación, reforzando la singularidad y autonomía musical.

U. G. Krishnamurti y la Libertad Radical

U. G. Krishnamurti lleva la idea de libertad al extremo, negando toda autoridad, enseñanza, tradición o búsqueda de realización (U. G. Krishnamurti, 1999). En el contexto del Anarquismo Musical, esto significa que la obra y su interpretación no dependen de normas, jerarquías ni expectativas externas: cada gesto y cada sonido surge de manera inmediata y radical, sin mediación de estructuras. La interpretación se convierte en un acto único, irrepetible y plenamente autónomo, reflejando la libertad absoluta del intérprete y la indeterminación inherente de la música contemporánea.


Automatismo Psíquico e Improvisación

El automatismo psíquico, formulado por André Bretón, consiste en expresar el pensamiento sin intervención de la razón (Bretón, 1924). En la música contemporánea, esta práctica se refleja en la improvisación libre, microtonalidades, silencios y timbres experimentales, donde el inconsciente del intérprete tiene un rol central.

Cage y Feldman dejaron espacios de libertad en sus partituras, promoviendo decisiones instantáneas y únicas del intérprete. La obra se realiza en el momento de la ejecución, reflejando libertad absoluta y creatividad irrestricta, principios fundamentales del Anarquismo Musical.


Conclusión

El Anarquismo Musical se manifiesta en la música contemporánea mediante:

·         Libertad de interpretación e improvisación, donde el intérprete deja de ser un ejecutor para convertirse en un co-creador autónomo.

·         Ruptura de estructuras tradicionales de notación, tiempo y armonía, desmantelando tanto la jerarquía tonal de las doce notas como la hegemonía de las progresiones rítmico-armónicas predecibles (como el I-IV-V).

·         La introducción de la multicentralidad, donde la geometría sonora de figuras como John Coltrane permite una rotación perpetua sin centros de poder absolutos.

·         Exploración detallada del instrumento mediante técnicas extendidas, reflejando la analogía con la microfísica cuántica.

·         Influencias de filosofías orientales que valoran la singularidad de cada sonido y la atención plena al presente.

·         Influencias de filosofías occidentales que destacan la autonomía, la autoafirmación y la libertad radical, como Nietzsche.

·         Influencias de filosofías occidentales y de "pensadores límite" que destacan la autonomía y la libertad radical: desde la "voluntad de poder" de Nietzsche hasta la negación absoluta de toda autoridad —ya sea tradicional oriental o racionalista occidental— en la figura de U. G. Krishnamurti.

·         Aplicación de principios de indeterminación, automatismo psíquico y la interacción activa del intérprete, análoga al observador en física cuántica.

Cada obra y ejecución son actos únicos, irrepetibles y autónomos. La música contemporánea, al integrar filosofía, ciencia y arte, redefine la obra y el papel del intérprete, consolidando un paradigma de creación abierta, responsable y libre, reflejo del Anarquismo Musical en su máxima expresión.


Grafico



Mini-Biografías y Breves Explicaciones Filosóficas

Personajes

·         John Cage (1912-1992): Compositor estadounidense, pionero de la música experimental y la indeterminación en la interpretación.

·         Earle Brown (1926-2002): Compositor estadounidense conocido por su notación gráfica y formas abiertas.

·         Morton Feldman (1926-1987): Compositor estadounidense que exploró la duración, el silencio y la indeterminación sonora.

·         André Bretón (1896-1966): Escritor y teórico francés, fundador del surrealismo y del automatismo psíquico.

·         Friedrich Nietzsche (1844-1900): Filósofo alemán, crítico de la moral tradicional y promotor de la creatividad, la autonomía y la “voluntad de poder”.

·         U. G. Krishnamurti (1918-2007): Pensador radical de origen indio que residió la mayor parte de su vida en Occidente. Representa un "punto límite" entre ambas cosmovisiones al negar toda autoridad, enseñanza o tradición, ya sea espiritual o científica. Su filosofía de la "no-respuesta" y la libertad absoluta frente a cualquier estructura mental lo vincula directamente con la indeterminación más extrema del Anarquismo Musical.

·           Zenón de Citio (334-262 a.C.): Filósofo griego, fundador del estoicismo, que promovía la virtud y la libertad interior.

·                  ·           Erik Satie (1866-1925): Compositor francés precursor del minimalismo y la anti-retórica    musical. Su humor, su ironía formal, sus instrucciones absurdas y su rechazo a la solemnidad académica lo convierten en uno de los grandes antecedentes del espíritu anárquico y del arte conceptual sonoro.

·                   ·          Arnold Schoenberg (1874-1951): Compositor austro-estadounidense, creador del dodecafonismo y de la emancipación de la disonancia. Aunque su sistema es estructural y riguroso, la ruptura con la tonalidad representa una verdadera revolución que libera al sonido del orden jerárquico tradicional.

·                    ·         John Coltrane (1926–1967): Saxofonista y compositor estadounidense, figura central en la evolución del jazz. Su búsqueda de libertad lo llevó a fracturar las progresiones armónicas tradicionales (como el I-IV-V) mediante ciclos de terceras mayores. En su etapa de free jazz, eliminó las fronteras de la estructura jerárquica, convirtiendo la improvisación en un acto de autonomía radical, espiritualidad y desjerarquización sonora.

·                      ·        Nam June Paik (1932–2006): Artista coreano-estadounidense, pionero del videoarte y miembro destacado del movimiento Fluxus. Sus obras integran tecnología, música, performance y humor, cuestionando los límites del arte y la interacción con el público.

·                      ·         George Brecht (1926–2008): Compositor y artista estadounidense asociado a Fluxus, conocido por sus event scores, partituras-instrucción breves que proponían acciones simples a realizar por el intérprete o el público, explorando la indeterminación y la creatividad compartida.

·                      ·         Alison Knowles (1933–): Artista estadounidense, miembro activo de Fluxus, reconocida por performances, obras sonoras y objetos interactivos que integran participación del público, explorando la desjerarquización entre intérprete y obra.

 

Filosofías y Corrientes

·         Zen: Escuela budista japonesa que enfatiza la meditación, la atención plena y la experiencia directa de la realidad.

·         Zazen: Práctica central del Zen, meditación sentada que favorece la atención plena y la conciencia del presente.

·         Taoísmo: Filosofía china basada en el Tao Te Ching de Lao-Tsé, que destaca la armonía con la naturaleza, la espontaneidad, el equilibrio entre opuestos y la simplicidad.

·         Estoicismo: Escuela filosófica griega que promueve la virtud, la razón y la libertad interior, enseñando a vivir de acuerdo con la naturaleza y aceptando lo que no depende del individuo.

·         Cínicos: Filósofos griegos que defendían la autosuficiencia, la frugalidad y la libertad frente a las convenciones sociales.

·         Surrealismo: Movimiento artístico y literario del siglo XX que busca expresar el inconsciente y liberar la imaginación mediante técnicas como el automatismo psíquico.

·         Física Cuántica: Área de la física que estudia el comportamiento de partículas subatómicas, introduciendo conceptos como indeterminación y el papel del observador.

·         Automatismo Psíquico: Técnica propuesta por André Bretón, consistente en expresar los pensamientos sin intervención de la razón, dejando fluir el inconsciente.

·         Multicentralidad Armónica: Concepto derivado de los "Coltrane Changes", donde la música no gravita hacia un único centro tonal (tónica), sino que se desplaza equilibradamente entre varios centros. En términos de anarquismo musical, representa la abolición del poder central de una sola nota sobre las demás.


Referencias (APA)

Bretón, A. (1924). Manifiesto del Surrealismo. París: Éditions du Sagittaire.
Cage, J. (1961). Silence: Lectures and Writings. Middletown: Wesleyan University Press.
Cappelletti, Á. J. (1985). La ideología anarquista. Buenos Aires: Editorial Universitaria.

Coltrane, J. (1960). Giant Steps. New York: Atlantic Records (Para el análisis de los ciclos de terceras). Demsey, D. (1991). The Chromatic Fourth: John Coltrane's Cycle of Thirds. Jazz Research Papers.
Duchamp, M. (1975). Entretiens avec Pierre Cabanne. Paris: Pierre Belfond.
Feldman, M. (1963). Papers. New York: Music & Arts.
Feynman, R. P. (1965). The Feynman Lectures on Physics. Reading: Addison-Wesley.
Gurruchaga, M. (2008). Características del arte japonés. Buenos Aires: Ediciones Culturales.
Heisenberg, W. (1927). Über den anschaulichen Inhalt der quantentheoretischen Kinematik und Mechanik. Zeitschrift für Physik, 43, 172–198.
Kostelanetz, R. (Ed.). (1991). Conversing with Cage. New York: Routledge. (Referencia clásica usada también para Fluxus)
Kropotkin, P. (1902).
El apoyo mutuo. Londres: McClure, Phillips & Co.
Krishnamurti, U. G. (1999). The Mystique of Enlightenment. Chennai: The Krishnamurti Foundation India.
Lao-Tsé. (s. VI a.C.). Tao Te Ching.
Long, A. A. (1996). Stoic Studies. Cambridge: Cambridge University Press.

Gómez, N. (2024). Conversación personal sobre Schoenberg y el Dadaísmo. Material no publicado.
Nietzsche, F. (1887). La genealogía de la moral. Leipzig: C. G. Naumann.
Pound, E. (1970). Antología de la música moderna. Madrid: Alianza. (Incluye material sobre Satie y su ruptura estética)
Sartre, J.-P. (1943). El ser y la nada. París: Gallimard.
Satie, E. (1913). Écrits.
Paris: Stock.
Schönberg, A. (1941). Style and Idea. Berkeley: University of California Press.
Suzuki, D. T. (1957). Zen and Japanese Culture. New York: Pantheon Books.
Williams, E. (1992). Fluxus: The History of an Attitude. San Diego: San Diego State University Press.
Young, L. (1963). An Anthology of Chance Operations. New York: La Monte Young & Jackson Mac Low. (Antología fundamental vinculada a Fluxus)

 

 

Agradecimientos
Agradezco a Luis Mihovilcevic por sus conversaciones e intuiciones que motivaron la incorporación de la sección dedicada a Schoenberg ,Dadaísmo y Fluxus.

 

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