Sincronicidad
SINCRONICIDAD
Sebastián Pafundo
0.1. Consideraciones preliminares sobre causalidad, experiencia y totalidad
La experiencia humana siempre ha estado acompañada por la búsqueda de conexiones. Nos preguntamos por qué los hechos se encadenan, qué fuerzas mueven el mundo y, sobre todo, cuál es la relación entre el universo exterior y nuestra vida interior. Desde tiempos antiguos se ha sospechado —intuitivamente, poéticamente, filosóficamente— que existen patrones más profundos que los meros hilos causales que describen los acontecimientos en el mundo físico.
La causalidad ha sido una herramienta poderosa para explicar fenómenos y construir ciencia, pero no agota la experiencia humana. Hay sucesos que parecen desafiar los encadenamientos lineales, y se presentan como “coincidencias significativas”: encuentros, ideas, números, sueños y eventos externos que parecen coordinarse con un estado psíquico.
A esta lógica acausal, Carl Gustav Jung la llamó sincronicidad, entendida no como un sustituto de la ciencia, sino como un principio complementario que intenta dar cuenta del vínculo entre mente y materia desde una perspectiva de totalidad.
Este ensayo explora ese territorio.
Introducción
La sincronicidad, según Jung (1952/1991), no es meramente una coincidencia llamativa. Consiste en la conjunción significativa entre un estado interno y un acontecimiento externo que no está ligado causalmente, pero cuya aparición simultánea resulta portadora de sentido para la persona.
Este fenómeno parece desafiar cualquier explicación mecanicista o determinista clásica. En su análisis, Jung se apoyó tanto en la psicología profunda como en el pensamiento oriental, y dialogó con físicos como Wolfgang Pauli y Albert Einstein para explorar la posibilidad de un principio unificador en la naturaleza que articulara mente y materia.
El objetivo de este ensayo es examinar la sincronicidad desde diversas perspectivas: filosófica, psicológica, física, biológica, cultural y simbólica. Para ello se revisan los conceptos de causalidad y acausalidad, las limitaciones de cada una, y los modelos teóricos que buscan integrar ambos relatos dentro de una visión holística del cosmos.
Causalidad
Desde la Ilustración, la cosmovisión occidental se ha apoyado en un paradigma racionalista, mecanicista y materialista. Esta perspectiva presupone la linealidad del tiempo, la conexión causa-efecto y la posibilidad de predecir acontecimientos a partir de leyes deterministas (Capra, 1995).
En este marco, la ciencia moderna formula modelos abstractos basados en estadísticas y regularidades. Los casos excepcionales, los eventos singulares o los fenómenos subjetivos —como las sincronicidades— quedan fuera del radar del método científico tradicional, ya que no son repetibles, controlables ni generalizables.
Sin embargo, esta visión lineal no siempre dominó el pensamiento humano. Los antiguos griegos, la filosofía medieval y numerosas tradiciones espirituales consideraron que la realidad estaba atravesada por principios organizadores que trascendían la causalidad mecánica. La ley newtoniana, aun siendo extraordinaria en su precisión, no es el único modo de explicar el movimiento o el cambio en la naturaleza.
En física, incluso dentro del pensamiento clásico, existió desde temprano una noción de totalidad: el principio de variación, base de la acción mínima, sugería que los fenómenos no ocurren por acumulación de causas locales, sino como resultado del gesto total del sistema.
Acausalidad
La idea de acontecimientos que no se relacionan causalmente no es nueva. En filosofía, ya Heráclito y los estoicos hablaban de un Logos que organiza la totalidad del cosmos. En Oriente, el Tao describe el flujo armónico que sostiene los fenómenos sin necesidad de una causalidad lineal (Bolen, 2005).
En la física moderna, especialmente con el surgimiento de la mecánica cuántica, la causalidad clásica comenzó a mostrar sus límites. La indeterminación de Heisenberg, la dualidad onda-partícula y el entrelazamiento cuántico cuestionaron la idea de un universo totalmente determinista.
Einstein desconfiaba profundamente de esta falta de causalidad estricta —“Dios no juega a los dados”—, pero los experimentos posteriores mostraron que, efectivamente, las partículas pueden correlacionarse sin conexión causal observable.
Esta correlación acausal inspiró a Jung a pensar la sincronicidad como un principio de conexión acausal, paralelo a la causalidad pero no opuesto a ella.
Parapsicología y fenómenos anómalos
Durante el siglo XIX y principios del siglo XX, investigadores como J. B. Rhine, William James, Arthur Schopenhauer y más tarde Jung, exploraron fenómenos parapsicológicos: telepatía, clarividencia, premonición, percepción extrasensorial, etc.
Aunque criticados por la comunidad científica, estos estudios contribuyeron a expandir la pregunta por los límites de la mente y la relación entre psiquismo y materia. Jung consideraba que muchos de esos fenómenos podían comprenderse más fácilmente desde el modelo sincrónico que desde el causal.
Budismo, karma e impermanencia
El budismo sostiene que la realidad es impermanente (anicca), interdependiente (pratītyasamutpāda) y carente de esencia fija (anattā). Este enfoque destaca el carácter relacional de todos los fenómenos.
El karma, entendido no como castigo sino como condicionamiento, se acerca a una causalidad psicológica más que física. Desde esta perspectiva, cada fenómeno surge simultáneamente en múltiples dimensiones: física, psicológica, ética y existencial.
Estas ideas influyeron en Jung, quien observó paralelos entre el pensamiento oriental y la estructura de la psique.
Física moderna y totalidad
Teoría del campo y principios de variación
Aunque la mecánica newtoniana iluminó una enorme cantidad de fenómenos, no siempre es suficiente. Existen sistemas —como fluidos, campos electromagnéticos, plasmas, estructuras disipativas— cuyo comportamiento surge del campo total, no de fuerzas locales aisladas.
La teoría de la acción mínima (Fermat, Maupertuis, Euler, Lagrange) y la formulación Hamilton-Jacobi ofrecen una visión global donde el movimiento se entiende como la expresión de una “ley del todo”.
En este marco, el universo no es una colección de piezas mecánicas, sino una totalidad en flujo. La “partitura” que guía la orquesta del cosmos no se encuentra en las partes, sino en el fundamento global del sistema.
Mecánica cuántica
La física cuántica reveló un mundo de indeterminación, discontinuidad y correlaciones no locales. Hechos como:
-
el efecto fotoeléctrico,
-
la superposición cuántica,
-
el entrelazamiento,
-
la función de onda,
-
y el colapso por observación,
sugieren que la materia no es un conjunto de objetos sólidos, sino un entramado dinámico de probabilidades que dependen de condiciones globales del sistema.
Jung vio aquí una analogía sugestiva para la sincronicidad: una correlación acausal que emerge de la totalidad del sistema.
David Bohm y el orden implicado
Bohm (1980) propuso que la realidad observable (orden desplegado) es la manifestación de un orden implicado, una dimensión profunda donde mente y materia están entrelazadas. Esta idea resonaba con el budismo (maya), el Tao, y la noción junguiana de inconsciente colectivo.
La organización de la vida
El cuerpo humano también exhibe patrones de coordinación que parecen sincrónicos. La coherencia de funciones, la comunicación intracelular, la regulación inmunológica y los ritmos sistémicos constituyen formas de “coincidencia significativa”.
El sistema inmunológico, con su extraordinaria capacidad de reconocimiento de patrones, funciona de manera semejante al cerebro (Peat, 1989). En momentos de estrés, trauma o crisis, su funcionamiento puede verse afectado no solo por causas fisiológicas sino por la pérdida de “significado interno” del organismo.
La vida puede entenderse, entonces, como un entramado de significados que emergen de la totalidad del sistema.
Estructuras disipativas y emergencia del orden
Ilya Prigogine mostró que, lejos del equilibrio, los sistemas pueden generar orden a partir del caos. Las células de Bénard, las reacciones autocatalíticas y los sistemas con flujos energéticos sostenidos exhiben comportamientos autoorganizados que emergen espontáneamente.
La vida, las ciudades, los ecosistemas y los sistemas sociales pueden considerarse estructuras disipativas que crean orden exportando entropía.
La sincronicidad podría comprenderse como un fenómeno emergente de sistemas complejos altamente sensibles a condiciones globales.
Pensamiento oriental y unidad del cosmos
El pensamiento chino, indio y muchas cosmovisiones indígenas conciben el universo como un organismo vivo, interdependiente y unificado. No se pregunta “¿qué lo causó?”, sino “¿qué otros eventos resuenan con este?”.
Cada momento posee una cualidad temporal singular; la astrología, el I Ching, el Tarot y otros sistemas oraculares se basan en esta lógica.
Para estas tradiciones, la sincronía es una característica natural del orden del mundo, no una anomalía.
Física cuántica, misticismo y paralelos simbólicos
No se trata de afirmar que la física cuántica valide literalmente las prácticas espirituales. Pero sí existen paralelismos simbólicos entre:
-
superposición cuántica y complementariedad,
-
vacuidad (śūnyatā) y vacío cuántico,
-
entrelazamiento y unidad,
-
orden implicado y Tao.
Estos paralelismos fueron explorados por Capra (1995) y reconocidos por Jung, Pauli y otros científicos.
Fractales y Unus Mundus
La naturaleza exhibe patrones fractales: espirales, ramas, ramificaciones, simetrías, formas arquetípicas. Estas configuraciones reflejan la autoorganización del universo y sugieren un principio subyacente común.
Heráclito llamó a esta unidad profunda Unus Mundus. Jung retomó el concepto para describir la base del inconsciente colectivo, del que emergen los arquetipos: patrones universales de comportamiento, relatos y símbolos.
La sincronicidad sería una manifestación del Unus Mundus: una irrupción del orden profundo en el mundo cotidiano.
Estados afectivos, transición y constelación arquetípica
Jung observó que las sincronicidades surgen con mayor frecuencia durante:
-
crisis,
-
duelos,
-
enamoramientos,
-
viajes,
-
decisiones de vida,
-
psicoterapia,
-
estados alterados de conciencia.
Es cuando la psique está más abierta a lo simbólico y más conectada con el inconsciente colectivo.
Sincronicidad colectiva: ciencia, descubrimientos simultáneos
La historia registra descubrimientos paralelos: Darwin-Wallace, Newton-Leibniz, inventos que surgen simultáneamente en distintas partes del mundo. Jung consideró estos fenómenos como ejemplos de sincronía colectiva.
La sincronicidad y el “poder de la mente”
Las interpretaciones populares —“creer es crear”, “la mente causa la realidad física”— simplifican excesivamente tanto la mecánica cuántica como la teoría de Jung. No hay evidencia científica de que la mente pueda manipular la realidad macroscópica mediante intención pura.
La sincronicidad no implica control, sino significado. No es voluntaria ni instrumentalizable.
El hacedor de lluvia
Jung apreciaba este relato chino porque resume la esencia de la sincronicidad: la armonía interior es inseparable de la armonía del mundo. El anciano no “hizo llover”; simplemente restableció la resonancia con el orden natural.
Estudios modernos: Princeton y debates contemporáneos
El Princeton Engineering Anomalies Research (PEAR) exploró si la mente humana influye en generadores de números aleatorios. Los resultados fueron estadísticamente significativos pero extremadamente pequeños y no replicables. La comunidad científica continúa considerándolos controversiales.
Esto no invalida la sincronicidad como concepto experiencial, pero sí refuerza que no debe tomarse como realidad física demostrada.
Conclusiones
La sincronicidad representa un territorio poco explorado donde psicología, filosofía, física, biología y espiritualidad parecen converger. No reemplaza la causalidad, sino que la complementa desde una perspectiva de totalidad.
Más allá de nuestros sentidos, podría existir —como bien expresaste— “algo mágico que recorre toda la creación”. No podemos comprenderlo aún, pero la búsqueda de sentido quizá sea ya parte del mismo fenómeno.
Glosario académico ampliado
(Orden alfabético. Incluye términos presentes en tu ensayo y otros necesarios para su comprensión.)
Acausalidad
Relación entre eventos sin conexión causal directa pero relacionados por significado o estructura global.
Acción mínima (principio de)
Principio físico según el cual un sistema evoluciona siguiendo la trayectoria que minimiza la acción.
Anicca
Impermanencia en el budismo.
Arquetipo
Patrón universal del inconsciente colectivo propuesto por Jung.
Atman
En hinduismo, el alma individual.
Brahman
Principio absoluto de la realidad en hinduismo.
Causalidad
Relación causa-efecto lineal tradicional de la ciencia clásica.
Células de Bénard
Patrones convectivos autoorganizados que surgen en fluidos calentados.
Complementariedad
Principio cuántico según el cual fenómenos pueden exhibir propiedades mutuamente excluyentes.
Consciente / inconsciente
Dimensiones de la psique según Jung.
Dualidad onda-partícula
Propiedad cuántica que describe comportamiento dual según el contexto.
Emergencia
Aparición de propiedades globales no reducibles a las partes.
Entrelazamiento cuántico
Correlación no local entre partículas cuánticas.
Entropía
Magnitud que mide el desorden o dispersión de energía.
Estructura disipativa
Sistema que mantiene orden exportando entropía (Prigogine).
Fractal
Patrón geométrico autosimilar presente en la naturaleza.
I Ching
Oráculo chino basado en patrones simbólicos.
Inconsciente colectivo
Dimensión profunda de la psique compartida por la humanidad.
Karma
Ley de causalidad moral y psicológica en budismo/hinduismo.
Ley del todo
Idea de que las dinámicas sistémicas surgen de condiciones globales.
Logos
Principio racional-organizador del cosmos en filosofía griega.
Maya
En hinduismo/budismo, ilusión de la realidad fenoménica.
Mecánica cuántica
Rama de la física que estudia el comportamiento subatómico.
No dualidad
Concepto oriental según el cual sujeto y objeto no están separados en esencia.
Orden desplegado / orden implicado
Distinción propuesta por David Bohm entre realidad observable y realidad profunda.
Parapsicología
Estudio de fenómenos psíquicos anómalos.
Pratītyasamutpāda
Interdependencia originada en budismo.
Sincronicidad
Coincidencia significativa entre evento psíquico y externo sin conexión causal.
Solitón
Onda solitaria estable en sistemas no lineales.
Tao
Principio fundamental del universo en el taoísmo.
Telepatía
Percepción de pensamiento sin medios sensoriales.
Unus Mundus
Unidad fundamental del ser, concepto retomado por Jung.
Referencias (formato APA 7)
Bolen, J. S. (2005). El Tao de la psicología. Kairós.
Capra, F. (1995). El Tao de la física. Editorial Sirio.
Franz, M.-L. von (1999). Sobre adivinación y sincronicidad: La psicología de las casualidades significativas. Paidós.
Jung, C. G. (1991). La interpretación de la naturaleza y la psique: La sincronicidad como un principio de conexión acausal (Obra original publicada en 1952). Paidós.
Peat, F. D. (1989). Sincronicidad: Puente entre mente y materia. Kairós.
Tola, F., & Dragonetti, C. (2003). La concepción budista del universo, causalidad e infinitud. Polis, 6. http://journals.openedition.org/polis/6833
Wikipedia. (s. f.). Wikipedia: The Free Encyclopedia. https://es.wikipedia.org/wiki/
Centeno, S. (2017). Diccionario filosófico. https://sites.google.com/site/diccionariodecenteno/
Diccionario Akal de Filosofía. (2004). Akal.
Jung, C. G. (1988). Sincronicidad. Editorial Sirio.

Comentarios
Publicar un comentario